El Museo Julio Romero

 

 

En el mismo edificio de las Bellas Artes de Córdoba se encuentra el museo Julio Romero de Torres. Una institución que se dedica a conservar y difundir la obra de este pintor cordobés. A través de su arte resulta mucho más fácil entender el folclore y la tradición de esta tierra que enraíza fuertemente con su obra.

Historia del museo

Antes de hablar del edificio es importante entender al personaje al que honran con su nombre. Julio Romero tuvo contacto desde muy pequeño con el mundo del arte ya que su padre, Rafael Romero Barro, era también pintor. Este se esforzó porque el muchacho tuviese unos conocimientos artísticos y siendo director de la Escuela Provincial de Bellas Artes decidió matricular a su hijo en la institución. El hecho de recibir formación artística desde tan joven le facilitó el desarrollo de grandes aptitudes para la pintura. En toda su carrera pictórica se puede observar una gran capacidad técnica en el dibujo y el la composición, muy equilibrada tanto en proporciones como en gama cromática. Su obra siempre va a girar a través de su Córdoba natal y son temáticas recurrentes el cante, el flamenco o el mundo tauromaquia. Si algo caracteriza a sus cuadros es la centralidad compositiva marcada por mujeres con una tez morena.

Museo Julio Romero

El erotismo que impregna estas pinturas, y otras, hizo que la crítica lo considerase un artista controvertido y provocador. Como pintor modernista y perteneciente a la Generación del 98 se relaciona con grandes intelectuales de su época como Valle-Inclán o Antonio Machado. Finalmente muere en 1930 en la casa familiar no sin antes terminar La chiquita piconera, uno de sus cuadros más famosos. Un año de después de su fallecimiento se crea el Museo Municipal Julio Romero de Torres. Esto se produjo gracias a la intervención de su viuda y sus hijos que en lugar de vender los cuadros que conservaban los donaron a la ciudad. Curiosamente Julio Romero nació en el mismo lugar donde hoy en día podemos contemplar su obra. Este edificio, incluso sin colección, es singular pues fue construido como Hospital de la Caridad por los ya lejanos Reyes Católicos cuya misión era atender enfermos y personas desfavorecidas. Siguió cumpliendo con esta función hasta 1837. A partir de entonces será sede de distintas instituciones entre las que destaca su titularidad como Museo Provincial de Bellas Artes. El conservador y director de este, Rafael Romero Barros, va a tener una vivienda en la construcción para el y su familia. Así Romero Torres nacerá y morirá rodeado de cultura.

historia del museo julio romero

Salas y organización del museo

El discurso museológico permite hacer un recorrido por la vida y la obra del pintor a través de seis salas. Así en la primera planta encontramos aquellos cuadros que corresponden a la juventud del autor ya a su ámbito familiar. En el segundo piso se distribuyen las pinturas relacionadas con su etapa de madurez por lo cual destacan las obras de temática religiosa, flamenca y cordobesa. Además con el tiempo el museo ha ido adquiriendo más obras que las donadas pero también objetos y documentación relacionada con el artista. En general la colección destaca por los colores fríos, las sombras pronunciadas en un estilo muy íntimo de carácter costumbrista y folclórico.

salas y organizacion del museo julio romero

 

 
 
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Sala 1. Entorno familiar

La primera sala está diseñada para entender al pintor de una forma más cercana para ello se expone obra de su padre, caricaturas y retratos del propio Julio Romero. Además una parte de la colección se dedica a la actividad como ilustrador de carteles. Estos fueron los primeros trabajos del autor y los que le permitieron consagrarse y darse a conocer. Entre estos carteles podemos encontrar diseños de campañas publicitarias para empresas como Bodegas Cruz Conde, con sus famosas etiquetas del anís La Cordobesa, o la Unión de Explosivos Ríotinto, con los calendarios de 1924, 1925, 1929 y 1931. También participó como diseñador de los pósters de varias ferias cordobesas y para la corrida patriótica de 1921 en beneficio de las víctimas del desastre de Annual. Además en esta sala se exponen publicaciones, libros y billetes dedicados a Julio Romero.

sala 1 entorno familiar

Sala 2. Primera época

Los inicios del artista están marcados por la influencia de la obra de su padre así como los autores Solana, Arteta o Ricardo Baroja. Por tanto se trata de unos lienzos de estilo realista que reflejan la vida de la Andalucía rural a través de sus paisajes. Se trata de obras con un componente social muy en la línea de la Generación del 98, es decir fuertemente preocupados por la  crisis moral, política y social que había dejado en España la fallida guerra hispano-estadounidense. Destacan los cuadros ¡Mira qué bonita era!, donde se representa una familia desolada ante a muerte de una adolescente, y Horas de Angustia, nuevamente una escena de duelo esta vez entre una madre y su hijo enfermo. A través del óleo Romero de Torres denuncia las duras situaciones de abandono social de la población a través de un estilo luminista. Es decir, propio del final del impresionismo, del final del siglo xix o comienzos del xx, donde se presta atención a la luz que crea graves contrastes. Además en la sala se crea un ambiente familiar a través de fotografías de personas y lugares de la vida del pintor, como su estudio en Madrid. También mobiliario y otros enseres que lo acompañaron en largas etapas de su vida como su guitarra, capa y sombrero.

sala 2 primera epoca

Sala 3. La Capilla

Como su nombre indica en esta sala se desarrolla el mundo místico del autor. No obstante hay que tener en cuenta que las obras de temática religiosa de Romero de Torres difieren de otras que puedan encontrarse en esta misma categoría. Esto se debe a que el pintor cordobés, incluso tratando con temas bíblicos, no deja de centrar su obra alrededor de la figura femenina que además retratada de una forma sensual. Esto se puede comprobar a través de Samaritana, que trata el encuentro de Jesucristo con la Samaritana no obstante la figura central es ella frente un Jesús que aparece en segundo plano y oscurecido. Esta forma tan particular de exponer su misticismo es lo que explica que en esta sala se encuentren cuadros como la Contrariedad, que aún teniendo un tema moral carecen de motivo religioso. Junto con estos se puede ver Cabeza de Santa Ana, muy influido por la obra de Juan Valdés y el barroco cordobés. Esto representa la mezcla propia de la obra de Romero de Torres que incluye símbolos de religiosidad y de paganismo.

sala 3 contrariedad

Sala 4. El origen de lo hondo

El cuarto espacio del museo está destinado al cante y el flamenco, dos de las grandes aficiones del pintor a las cuales alude en su obra de forma simbólica o con retratos de grandes artistas de su tiempo. Como ya se ha mencionado Julio Romero tenía una guitarra y ciertos conocimientos musicales. De hecho con 20 años participó en un concurso de Cante de las Minas en la Unión de Murcia aunque no se llevó ningún premio. A través de sus lienzos Romero de Torres pretende guardar homenaje a uno de los rasgos más característicos de la tierra andaluza y que marcó la vida del artista. Una de las pinturas más reconocidas de esta sala es Cante hondo, de su última etapa artística. Es una composición donde todo gira entorno el flamenco y la vida del autor. En un estado ya de avanzada enfermedad estas obras finales se caracterizan por un horror vacui que destaca por el perfeccionismo del dibujo y la superposición de elementos muchos de ellos ya recurrentes en sus anteriores cuadros.

sala 4 el origen de lo hondo

Sala 5. Semblanzas

Una de las facetas esenciales de la obra de Romero de Torres es la de retratista. De sus más de mil lienzos más de la mitad pertenecen a este género. Muchos de ellos en realidad son estudios de rostros o incluso bocetos de pequeño formato para luego pasarlos a un lienzo de mayores dimensiones y con otros motivos. Retrató a todas los estatus sociales desde las clases populares hasta importantes personajes de su época como artistas y políticos aunque lo cierto es que la mayoría de los encargos correspondían a la burguesía, concretamente a las damas de alta sociedad. No obstante donde más pudo demostrar su capacidad pictórica fue en aquellas pinturas donde no tenía que esforzarse por mantener los rasgos físicos de la persona y podía dejar rienda suelta a su imaginación. De estos retratos se compone la sala semblanzas. Esta palabra que según la RAE define a la descripción física o moral de una persona supone una excelente definición de la obra del cordobés.

sala 5 semblanzas

Sala 6. La esencia de Córdoba

Por último en el espacio final se explora la íntima conexión entre Julio Romero y su ciudad natal. De esta forma nos encontramos con cuadros que retratan espacios de la localidad, como plazas, monumentos y calles, pero también escenas mucho más simbólicas como el sonido del agua o las costumbres locales. En realidad en ninguna de las obras es Córdoba la protagonista pero si el escenario que dota a los cuadros de un tono nostálgico. La paleta de colores de estas composiciones es la más oscura de toda su vida artística. Este estilo tenebrista se mezcla con una fuerte influencia por la literatura de Valle-Inclán, quien era amigo suyo. Por ejemplo, en la Virgen de los faroles aparece la la sombra de Valle-Inclán, en la figura de la monjita. Son característicos de esta época los bodegones porque frente a la representación normal de este género aquí la naturaleza muerta se mezcla con figuras antropomorfas.

sala 6 la esencia de cordoba

Curiosidades sobre el Museo Julio Romero

Probablemente a alguien le haya resultado llamativo que en la primera sala se mencionase la exposición de billetes relacionados con Julio Romero. Esto se debe a que en 1953 se emitió un billete de 100 pesetas dedicado a su figura. Este dinero estuvo en circulación hasta 1978 y no fueron pocos los ejemplares que se hicieron con el diseño. En su anverso aparecía un retrato del pintor y por la parte contraria aparecía el cuadro de La Fuensanta, incluso la marca de agua estaba vinculada con el artista pues se trataba de la cabeza de una de sus modelos. Será, por cierto, el cuadro que estuvo reproducido en las carteras de tanta gente el que llegó a alcanzar un precio más alto en subasta llegando a los 1,17 millones de euros. Para añadirle más sorpresas a la historia en 2017 el lienzo volvió a la fama cuando lo encontraron en el registro de un chalet de Marbella cuyo dueño estaba siendo investigado por corrupción.

curiosidades sobre el museo julio romero

Horarios, precios y cómo llegar al museo

El museo se encuentra en la Plaza del Potro. No se trata de un lugar de difícil acceso ya que se encuentra justo al lado del Paseo de la Ribera, que es la vía paralela al río Guadalquivir en Córdoba. En autobús se puede llegar al mismo cogiendo las líneas 3, 4, 7 y 16 (para más información ver aquí). El precio de la entrada es de 4,50€ para los adultos, de 2’5€ para estudiantes acreditados menores de 25 y gratis para menores de edad, mayores de 65, jubilados, profesores y personas con discapacidad. Tiene dos horarios uno general, del 16 de septiembre al 15 de junio, y otro de verano, del 16 de junio al 15 de septiembre. En el primero está abierto de martes a viernes de 8:30h a 19:30h, sábados de 9:30h a 16:30h y domingos/festivos de 9:30h a 14:30h. Para la época estival el número de horas de visita se reduce y queda de martes a sábado de 8:30h a 14:30h y domingos/festivos de 9:30h a 14:30h. Los lunes permanece cerrado.

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