Sevilla tiene monumentos que todos conocemos, pero también guarda rincones que pasan desapercibidos incluso para quienes viven aquí. Si ya has visto lo más famoso y te apetece descubrir qué ver en Sevilla que no sea lo típico, esta guía te va a encantar.
Aquí reunimos 25 lugares secretos, tranquilos y menos conocidos, ideales para quienes disfrutan paseando sin prisas y buscando esos sitios que no aparecen en las rutas más turísticas.
Muchos de estos rincones están en pleno centro y, aun así, casi nadie repara en ellos: patios escondidos, plazas silenciosas, pasajes con sombra, pequeños museos, parques alternativos o edificios históricos que no suelen entrar en los itinerarios habituales. Son espacios perfectos para ver la ciudad con otra mirada y sentir una Sevilla más auténtica y cotidiana.
Si buscas una experiencia diferente, más local y menos masificada, aquí tienes una selección hecha con criterio y desde el terreno. Vamos con los 25 lugares.
En este post podrás leer:
- Antiquarium de Sevilla: arqueología oculta bajo las Setas
- Casa de Pilatos: el palacio más sorprendente de Sevilla
- Monasterio de Santa Paula: un rincón silencioso con sabor antiguo
- Calle Verde: el pasaje más mágico del barrio de Santa Cruz
- Cementerio de San Fernando: arte funerario insólito y poco visitado
- Convento de San Leandro: tradición escondida en pleno centro
- Museo de Carruajes: una joya curiosa en Los Remedios
- San Luis de los Franceses: barroco oculto que sorprende al entrar
- Jardines del Palacio de las Dueñas: oasis tranquilo en pleno centro
- Centro de la Cerámica de Triana: tradición auténtica y poco turística
- Pabellón de Marruecos: arquitectura inesperada en la Cartuja
- Plaza del Cabildo: un rincón semicircular que casi nadie descubre
- Paseo Fluvial de San Jerónimo: naturaleza alternativa junto al río
- Muralla almohade: uno de los vestigios más desconocidos del casco histórico
- Huerta del Rey Moro: un espacio vecinal auténtico y diferente
- Patio de Banderas: un respiro tranquilo junto al Alcázar
- Plaza de Santa Marta: una joya pequeña que muchos pasan por alto
- Real Fábrica de Tabacos: historia monumental fuera de ruta
- Torre de la Plata: la hermana olvidada de la Torre del Oro
- Mercado de Triana: sabor local más allá de lo turístico
- Mercado Lonja del Barranco: moderno y con rincones tranquilos
- Parque de San Jerónimo: uno de los parques alternativos de Sevilla
- Parque de Miraflores: naturaleza sorprendente en el norte de Sevilla
- Callejón del Agua: pasaje fotogénico y secreto del centro
- Jardines de Murillo: sombra, calma y un paseo diferente en pleno centro
- Consejos locales para disfrutar esta Sevilla menos conocida
- Y un extra: Sevilla en su versión más auténtica
Antiquarium de Sevilla: arqueología oculta bajo las Setas
El Antiquarium es uno de los espacios más sorprendentes del casco histórico. Bajo la plaza de la Encarnación, en pleno centro, tienes un museo subterráneo donde caminar sobre pasarelas que recorren restos romanos y almohades muy bien conservados.
La visita es tranquila, fresca y bastante más interesante de lo que imaginas desde fuera. La museografía está cuidada y los paneles explican muy bien cómo era la Sevilla romana.
Tip local: si vas por la mañana, suele estar casi vacío. Después, asómate a la Calle Regina: es una zona con cafés locales y ambiente más relajado que la Encarnación.
Casa de Pilatos: el palacio más sorprendente de Sevilla
Muchos visitantes ni se plantean entrar, pero este palacio rivaliza en belleza con el Alcázar, solo que sin sus colas.
Tiene patios luminosos, azulejos increíbles, una colección de esculturas muy interesante y un jardín que huele a naranjo casi todo el año. La mezcla de estilos —mudéjar, renacentista, gótico— lo hace único. El recorrido es fácil y agradable, ideal si te gusta ir a tu ritmo.
Tip local: entra a primera hora; los primeros 30–45 minutos suelen ser especialmente tranquilos.
Monasterio de Santa Paula: un rincón silencioso con sabor antiguo
En el barrio de San Julián, este convento guarda una iglesia preciosa, un pequeño museo y una tranquilidad difícil de encontrar en otras zonas del centro. La colección de arte sacro es más completa de lo que parece y la arquitectura interior conserva ese aire sevillano antiguo.
Lo más típico es comprar las yemas de Santa Paula directamente del torno, un gesto que forma parte de la vida del barrio.
Tip local: combina la visita con un paseo por las calles estrechas de San Julián; es una de las zonas más auténticas del casco antiguo.
Calle Verde: el pasaje más mágico del barrio de Santa Cruz
La Calle Verde es uno de esos lugares que descubres un día por casualidad y no olvidas. Es un pasaje cubierto por enredaderas que crea un túnel natural de sombra, perfecto para escapar del calor del mediodía. El silencio contrasta con el resto de Santa Cruz, siempre más concurrido. Además, es uno de los rincones más fotogénicos del barrio.
Tip local: si quieres hacer fotos sin gente, ve antes de las 10:00; después aumenta el paso de visitantes.
Cementerio de San Fernando: arte funerario insólito y poco visitado
Este cementerio es prácticamente un museo al aire libre. Sus esculturas funerarias, panteones y rincones ajardinados lo convierten en una visita muy diferente a lo típico. Aquí descansan toreros, artistas, cantantes y personajes históricos de la ciudad.
El ambiente es tranquilo y el paseo, sorprendentemente agradable gracias a los cipreses que dan sombra en casi todo el recorrido.
Tip local: ideal para las primeras horas del día, cuando Sevilla está más fresca y silenciosa.
Convento de San Leandro: tradición escondida en pleno centro
Famoso por sus yemas —una receta secreta que las monjas mantienen desde hace siglos—, el Convento de San Leandro es uno de esos lugares que conservan una atmósfera totalmente sevillana. Aunque la visita interior no siempre está disponible, acercarse al torno y probar sus dulces es casi una tradición local.
Tip local: abre por la mañana; si vas temprano, no tendrás cola y podrás pasear por la plaza con calma.
Museo de Carruajes: una joya curiosa en Los Remedios
Ubicado en un antiguo convento, este pequeño museo sorprende por la variedad de carruajes expuestos: desde vehículos de gala hasta modelos rurales. Es una visita breve, diferente y muy tranquila. Si te alojas cerca de la zona de Los Remedios o cruzas el puente de San Telmo, es una parada ideal.
Tip local: combínalo con un paseo por el Parque de los Príncipes, muy cercano y perfecto para descansar un rato.
San Luis de los Franceses: barroco oculto que sorprende al entrar
Considerada una de las obras maestras del barroco sevillano, esta iglesia ha pasado desapercibida durante años.
Tras su restauración, luce espectacular: dorados, frescos y una cúpula que impresiona incluso a quienes no suelen visitar iglesias. Suele haber poco público y la entrada es económica.
Tip local: si vas hacia mediodía, la luz entrando por la cúpula es especialmente bonita.
Jardines del Palacio de las Dueñas: oasis tranquilo en pleno centro
Uno de los rincones más agradables del centro. Los jardines están cuidados con mimo y combinan sombra, buganvillas, fuentes y bancos donde parar. Es un espacio perfecto para desconectar entre visita y visita. Además, fue el lugar de nacimiento de Antonio Machado, y eso le añade un valor histórico.
Tip local: si hace calor, entra directamente al jardín y deja el interior para después. Se camina mejor.
Centro de la Cerámica de Triana: tradición auténtica y poco turística
Un museo pequeño pero muy bien montado. Conserva hornos originales y piezas que cuentan la historia ceramista de Triana, uno de los oficios más importantes de Sevilla. La zona suele estar más tranquila que las calles cercanas al puente.
Tip local: después puedes cruzar la Calle San Jorge y entrar en el mercado: la parte interior tiene puestos muy auténticos.
Pabellón de Marruecos: arquitectura inesperada en la Cartuja
Este pabellón es uno de los edificios más llamativos que dejó la Expo 92. Su diseño, los patios y los detalles decorativos lo convierten en un sitio muy curioso que casi nadie visita. La zona de la Cartuja es amplia, silenciosa y perfecta para caminar sin prisa.
Tip local: si vienes al atardecer, la luz en las fachadas del pabellón es espectacular para fotos.
Plaza del Cabildo: un rincón semicircular que casi nadie descubre
A dos pasos de la Catedral encontrarás esta plaza semicircular, escondida entre edificios. Tiene arcos pintados, una fuente y un ambiente muy tranquilo. Es uno de los secretos mejor guardados del centro.
Tip local: los domingos por la mañana hay un pequeño mercadillo de coleccionismo que le da mucha vida.
Paseo Fluvial de San Jerónimo: naturaleza alternativa junto al río
Un paseo largo, muy tranquilo y perfecto para caminar, correr o simplemente desconectar. Está lejos del circuito turístico y eso se nota enseguida. Aquí se encuentra la enorme escultura del Pensador, que añade un punto curioso a la zona.
Tip local: lleva agua si vas en verano; la sombra es irregular, aunque el ambiente es agradable.
Muralla almohade: uno de los vestigios más desconocidos del casco histórico
En la Calle Muro de los Navarros puedes ver uno de los mejores tramos conservados de la antigua muralla. La calle es estrecha y con sombra, ideal para caminar sin calor excesivo.
Tip local: si te gusta la historia, combina esta parada con un paseo hacia los Jardines de Murillo.
Huerta del Rey Moro: un espacio vecinal auténtico y diferente
Este jardín urbano gestionado por vecinos es un rincón perfecto para descansar. Tiene sombra, bancos improvisados, huertos y un ambiente muy del barrio. Es uno de los lugares más auténticos de Sevilla.
Tip local: entre semana suele estar más tranquilo; si vas por la tarde, suele haber talleres o actividades.
Patio de Banderas: un respiro tranquilo junto al Alcázar
Aunque está al lado del Alcázar, si entras por la mañana encontrarás un patio lleno de naranjos y una vista preciosa de la Giralda entre las ramas. Es un lugar perfecto para parar un rato antes de seguir hacia Santa Cruz.
Si te interesa conocer mejor esta zona y entrar después, puedes unirte a una visita guiada al Real Alcázar.
Tip local: cruza hacia la Judería por el pasaje que conecta con la Calle Vida; es una salida preciosa.
Plaza de Santa Marta: una joya pequeña que muchos pasan por alto
Una plaza minúscula escondida entre calles estrechas. Tiene una tranquilidad que sorprende, incluso estando a pocos pasos de la Catedral. Ideal para una pausa breve.
Tip local: si la visitas después de comer, suele estar completamente vacía.
Real Fábrica de Tabacos: historia monumental fuera de ruta
Este edificio enorme, hoy sede de la Universidad, conserva patios amplios y estancias históricas. Es una visita gratuita y muy agradable. Si te gustan los edificios con historia, te encantará.
Tip local: entra por la puerta de la Calle San Fernando; el contraste con el bullicio de fuera es inmediato.
Torre de la Plata: la hermana olvidada de la Torre del Oro
Menos famosa que su vecina, pero parte esencial de las antiguas defensas de la ciudad. Está en una zona tranquila y merece una parada, sobre todo si te gustan los lugares históricos menos visitados.
Tip local: combina esta visita con un paseo por el Arenal; al caer la tarde tiene un ambiente muy agradable.
Mercado de Triana: sabor local más allá de lo turístico
Si llegas temprano, verás el mercado como lo viven los vecinos: compras de día a día, productos frescos y conversación entre puestos. Mucho más auténtico que a media mañana.
Y si te apetece seguir explorando el barrio, aquí tienes qué hacer en el barrio de Triana.
Tip local: prueba alguna tapa en los puestos interiores; hay opciones muy ricas y económicas.
Mercado Lonja del Barranco: moderno y con rincones tranquilos
Aunque es más conocido, si te sientas junto a las cristaleras puedes disfrutar de un rato agradable con vistas al río. Tiene variedad de comida y suele haber mesas libres a mediodía.
Tip local: si sigues el paseo hacia el puente de Triana, la luz del río es muy bonita para fotos.
Parque de San Jerónimo: uno de los parques alternativos de Sevilla
Amplio, verde y perfecto para desconectar. Es ideal si buscas un paseo en silencio sin salir de la ciudad. La escultura del Huevo de Colón es enorme y llama mucho la atención.
Tip local: es un buen sitio para descansar si estás haciendo una ruta larga por la ribera del Guadalquivir.
Parque de Miraflores: naturaleza sorprendente en el norte de Sevilla
Un parque inmenso, con zonas de sombra, césped y algunos restos arqueológicos. Muy frecuentado por gente del barrio, pero poco conocido por viajeros.
Tip local: la parte más fresca es la zona cercana al antiguo acueducto; perfecta para caminar sin sol directo.
Callejón del Agua: pasaje fotogénico y secreto del centro
Va bordeando la muralla del Alcázar y tiene sombra casi todo el día. Es uno de los paseos más agradables del centro sin apenas ruido.
Tip local: si lo recorres desde los Jardines de Murillo hacia Santa Cruz, huele a azahar buena parte del año.
Jardines de Murillo: sombra, calma y un paseo diferente en pleno centro
Un parque cómodo para descansar, con bancos, árboles y pequeños senderos. Está cerca de todo y, aun así, mantiene un ambiente relajado.
Tip local: siéntate en la esquina que da a la Calle San Fernando; suele tener más brisa.
Consejos locales para disfrutar esta Sevilla menos conocida
- Evita las horas centrales del día en verano: Sevilla no perdona. Mejor primeras horas o últimas.
- Muévete andando: la mayoría de estos lugares está a 5–15 minutos unos de otros.
- Aprovecha las sombras: Santa Cruz, San Julián y el área de Murillo son buenos refugios.
- Consulta horarios de iglesias, conventos y museos pequeños; cambian según temporada.
- Lleva agua siempre, sobre todo si te acercas a zonas como Cartuja o San Jerónimo.
Y un extra: Sevilla en su versión más auténtica
Cada uno de estos lugares menos conocidos que ver en Sevilla tiene un valor especial. Son espacios que permiten desconectar del bullicio turístico, sumergirse en la historia de la ciudad o simplemente disfrutar de su lado más cotidiano. Son perfectos para quienes buscan una experiencia diferente, pausada, alejada de las aglomeraciones y más cercana a la Sevilla que viven sus habitantes día a día.
Muchos de estos rincones están a solo unos pasos de los grandes monumentos, pero requieren esa mirada curiosa, esas ganas de perderse por calles estrechas, de entrar en patios sin cartel, de preguntar a un local por «ese sitio del que nadie habla». Y es precisamente en esa búsqueda donde Sevilla se vuelve aún más mágica.
Si tienes planeado visitar Sevilla, te dejamos a continuación las guías turísticas de Sevilla más destacadas para que puedas planificar tu viaje de manera fácil y amena:
- Qué ver en Sevilla en 1 día
- Qué ver en Sevilla en 2 días
- Qué ver en Sevilla en 4 días
- Qué ver en Sevilla de noche
- Mejores experiencias en Sevilla
- Qué hacer en Sevilla en una semana
- Mejores monumentos de Sevilla







