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Es la primera iglesia renacentista de toda España y uno de los mejores ejemplos de este estilo arquitectónico. Por todo ello, por su historia y por su monumentalidad se convierte en una de las citas más importantes de la ciudad. La visita a la Catedral permite aunar el pasado musulmán de la ciudad representado por la Alhambra y el barrio del Albaicín, con la influencia católica.
Una vez tomada Granada, que constituía el último territorio bajo dominio musulmán, los Reyes Católicos emprendieron una fuerte política constructiva. Esta línea de ruta pretendía de forma simbólica dejar patente la victoria católica transformando lentamente la trama urbana medieval en una ciudad de tipo conventual. La obra culmen de este proyecto era la Catedral que se asentaba sobre la base de la vieja Mezquita. El templo que se proyecto respondía al orden gótico imperante por aquella época. No obstante la muerte de Isabel I propició que antes de terminar el cuerpo de la iglesia se tuviese que construir la Capilla Real para albergar los sepulcros de los monarcas. La edificación de la Catedral duró más de dos siglos y por ello implicó la participación de más de un arquitecto aunque el más relevante de todos fue Diego Siloé. Este había estudiado en Italia y por lo tanto estaba al corriente de las modas arquitectónicas que existían lo que le llevó a plantear la Catedral como un edificio renacentista. Esta no fue una solución rápida ya que primero hubo que convencer al emperador Carlos V quien quería mantener la voluntad de sus abuelos. Además al estar ya la cimentación hecha siguiendo los parámetros del gótico florido el cambió de estilo tuvo que realizarse teniendo en cuenta una serie de limitaciones. De hecho uno de los aspectos más destacados de la idea de Siloé es precisamente toda la serie de trucos y recursos que empleó para que la realidad se ajustase lo máximo posible a lo que el imaginaba. Cabe decir que al tiempo que se terminaba la Catedral también se seguía procediendo con la política constructiva. Los espacios más importantes para la comunidad musulmana fueron empleados para asentar los principales iconos del poder de la administración de la corona como fueron el palacio cristiano de la Alhambra, la Universidad y la Real Chancillería.
Como conjunto arquitectónico la Catedral se convierte en un espacio como multitud de elementos interesantes y un gran contenedor de obras de arte. Desde las paredes a los techos todo está ornamentado para demostrar el poder de la Iglesia. Además no conviene olvidarse de las piezas de arte mueble como los retablos y esculturas. Aquí te señalaremos las partes más particulares de este edificio sagrado.
Evidentemente lo primero que vemos de la Catedral es su imponente fachada. Esta se realizó por el granadino Alonso Cano en 1667. Como ya se ha comentado en un primer momento el edificio iba a ser de corte gótico y por ello su estructura exterior responde en un primer lugar a este estilo. La fachada se diseñó como un arco del triunfo compuesto por tres calles retranqueadas por columnas. Está ornamentada usando motivos vegetales y geométricos. Todo ello corresponde más a una mentalidad barroca, ya imperante en a la mitad del siglo XVII. Como muchas otras fachadas barrocas la de Granada representa un telón de fondo que con muy poco es capaz de modificar la percepción que se tiene sobre el conjunto. Al contrario que otras partes del templo aquí encontramos una abundante decoración y un fuerte uso de los contrastes. De este modo se usan toda una serie de molduras y pilastras que resaltan la oposición de los claroscuros creando así un espectáculo visual. Aún así Alonso Cano introduce toda una serie de marcas características de su trabajo como es la utilización del óculo circular.
Cuando Diego Siloé plantea su nueva idea para el edificio tiene en su cabeza las referencias tanto del Santo Sepulcro como del Seo de Toledo. De esta forma, como también tiene que hacer frente al trazado del anterior arquitecto Egea, lo que hizo fue combinar una planta rectangular de cinco naves con una planta circular que crea un deambulatorio doble. Se pueden observar los restos de su pasado gótico por el uso de naves escalonadas cubiertas con bóvedas de crucería. No obstante Siloé incluye toda una serie de elementos clasicistas, como son el uso de capiteles corintios y medias columnas acanaladas, que responden a esa imagen renacentista. Además añade unas altas pilastras con la intención de poder elevar la altura de las naves. También conviene fijarse en la sillería plateresca del Coro y la sala Capitular. El plateresco es un estilo que viene al dedo para este lugar ya que implica el empleo de estructuras góticas sobre las que se agregan elementos renacentistas. En este espacio actualmente se expone el tesoro de la Catedral y las piezas de la Sacristía.
Una de los aspectos característicos de este edificio son las quince capillas que cierran las naves laterales ya que cada una de ellas va respondiendo a cambios en el gusto del arte. Además en ellas se conservan tanto obras pictóricas como escultóricas. De todas las más destacables son la Capilla Mayor y la de Nuestra Señora la Virgen de la Antigua. La Capilla Mayor se pensó como panteón de los Austrias pero se cambia de idea cuando Felipe II decide construir el Monasterio del Escorial. De esta forma el oratorio pasa a albergar las pinturas de Alonso Cano. Se trata de un espacio que es prácticamente autónomo del resto de la construcción y que responde a una planta circular. Recientemente se descubrió que está pintada con un cielo estrellado que fuera tapado por unas molduras de yeso. De la Capilla de Nuestra Señora la Virgen de la Antigua lo que llama la atención en realidad es el retablo del siglo XV diseñado por Pedro Duque Cornejo. En él se representa a la Virgen con el Niño. Además tienen dos pinturas de Francisco Alonso Argüello con los retratos de los Reyes Católicos.
La Capilla Real en realidad es un espacio anexo a la Catedral. Como el resto del conjunto arquitectónico corresponde a ese estilo de transición como es el plateresco. Sus muros son lisos y sobrios sobre dónde se coloca una profusa decoración y el interior se estructura a través de una nave de bóveda gótica nervada. El oratorio está diseñado como símbolo del gobierno de los Reyes Católicos, a quienes sirve como sepultura. Por ello son constantes las alegorías que hacen referencia a la unidad, el cristianismo y sus gestas bélicas. Además de Fernando I de Aragón e Isabel I de Castilla aquí se encuentran enterrados su hija Juana I, su esposo Felipe el hermoso y su nieto, el infante Miguel de la Paz de Portugal. En su interior a aparte de los conjuntos escultóricos que conforman las sepulturas podemos encontrar toda una serie de obras de arte mueble en las que destaca el retablo mayor. Obra de Felipe Bigarny se considera que es el primer retablo correspondiente al gótico tardío.
La Catedral se encuentra en el centro del casco histórico de la ciudad en la Calle Gran Vía de Colón. Se puede visitar durante todo el año con la excepción de los cultos religiosos, tanto los habituales como las celebraciones de fiestas. Por ello en caso de visitarla durante un día festivo se pide que se confirmen las horas de visita en el número 958 22 29 59. El horario de entrada es de lunes a sábado de 10:00 a 18:30 y los domingos y festivos de 15:00 a 17:45. La entrada general incluye audioguía y cuesta 5€, el precio para estudiante o persona con discapacidad es de 3,5€, y gratuita para los menores de 12 años y colegios de la provincia. La guía está disponible en once idiomas: español, inglés, francés, alemán, japonés, coreano, chino, portugués, italiano, ruso y neerlandés. En las inmediaciones de su ubicación también se puede visitar la Madraza, la Alcaicería, la Curia y el Palacio Arzobispal o la Plaza Bib-Rambla.
La Catedral de Granada fue diseñada para ser una de las más impactantes del continente gracias a sus dos enormes torres de 81 metros de altura. Lo curioso del diseño original del arquitecto Siloé es que se parece sospechosamente a otro realizado por un italiano en el tiempo en el que se encontraba en dicho país. Es un alzado y una maqueta obra de Antonio de Sangallo el Joven para la Basílica de San Pedro aunque nunca se llevó a cabo por la negativa del Vaticano. De todas formas como sabemos la fachada de la Catedral no responde a los deseos de Siloé si no que es resultado del trabajo de Alonso Cano quien nunca llegó a culminar las torres. Solo se construyeron los cimientos de la del lado derecho, lo que serían los tres primeros cuerpos del diseño total. La razón de la paralización del proyecto no fue un supuesto plagio si no los constantes derrumbes que acabaron con la muerte de varios operarios. Así Felipe II temiendo la fuerte actividad sísmica de la zona detuvo la construcción. Hablando de derrumbes la Catedral tiene en la actualidad 16 campanas de diverso origen una de las cuales forzó la mudanza de un vecino después de caer encima de su casa. Otras dos provocaron la muerte de dos campaneros por lo que fueron condenada a no tañer durante cien años.
