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El Parque María Luisa constituye el jardín más famoso y el foco de aire puro de Sevilla. En su interior se encuentran maravillas dignas de descubrir mediante un largo paseo. Si quieres conocer el jardín en profundidad y no perderte nada, te recomendamos que pases un día entero recorriendo sus caminos.
Es un lugar ideal para hacer un picnic, así que no dudes en preparar algo de almuerzo y pasar un día increíble rodeado de la naturaleza y cultura sevillana.
El Parque de María Luisa se originó en el año 1849, cuando Antonio de Orléans, duque de Montpensier y su esposa, la infanta María Luisa Fernanda de Borbón, adquirieron el palacio de San Telmo y sus jardines, convirtiéndolos en residencia. Le encargaron a Lecolant, un jardinero francés, que diseñase un colosal jardín siguiendo el estilo del edificio. Este, lo diseñó de acuerdo a la moda inglesa y francesa en auge.
Al morir el duque, su viuda donó prácticamente todos estos jardines. De esta forma, quedan descuidados hasta que fueron renovados con la Exposición de 1929, que dotó al Parque María Luisa de la majestuosidad que hoy en día mantiene. El arquitecto francés Forestier fue el encargado de ello. Transformó lo que eran unos jardines palaciegos en un bello parque público con espacios monumentales y recreativos. Aunque tiene años de historia, se consideró público en la primavera de 1914, cuando por primera vez se pudo acceder a él libremente.
El Parque es inmenso. Cuenta con 40 hectáreas divididas en glorietas, plazas, paseos, etc. Veremos las partes más destacadas y de más interés por parte de los visitantes:
Es considerado el lugar más romántico del Parque. Es un monumento dedicado a este poeta del Romanticismo que representa mediante las tres esculturas de las mujeres, el amor que pasó, el que se poseyó y el que se perdió. Detrás, las figuras de Cupido y la de un hombre herido que simboliza el amor doloroso.
Recibe su nombre del macizo de Melilla y representa uno de los puntos con las mejores vistas del Parque. Por ello, es recomendable visitarlo al atardecer. Es un trocito del Parque que a veces queda oculto entre la naturaleza, pero si seguimos el sonido de la cascada lo encontraremos.
Esta es la fuente más antigua del Parque. Las ocho ranas y el pato central constituyen un estilo decorativo que no se había visto antes y tuvo influencia en los patios andaluces. A partir de entonces, las casas de los sevillanos se adornaron con estas figuras.
Los dos bancos que rodean la isleta del centro llevan incrustados los retratos de los hermanos y sus obras. Los Álvarez Quintero fueron unos dramaturgos y poetas sevillanos muy queridos por la ciudad y esta no podía evitar hacerle un homenaje.
Esta plaza contiene los tres edificios que Aníbal González construyó para la Exposición Iberoamericana de 1929. Es uno de los lugares más turísticos del Parque debido a la arquitectura monumental. También es una de las plazas elegidas por los más pequeños que disfrutan dando de comer a las palomas que allí habitan.
Cuenta la leyenda que aquí fue donde el rey Alfonso XII declaró su amor a María de las Mercedes. Este lugar está rodeado de aves exóticas: pavos reales, patos y cisnes, etc.
Estamos ante el monumento de Sevilla más visto en la historia del cine y uno de los lugares favoritos de los sevillanos. Aunque está algo apartado del Parque, pertenece a su conjunto. Vale la pena pasear por sus puentes y observar los azulejos de cada provincia española que bordean todo el interior de la plaza.
El parque está abierto todos los días del año durante prácticamente todo el día, por lo que se puede disfrutar de él en cualquier momento.
El parque se encuentra en pleno centro de Sevilla por lo que la mejor alternativa es usar el transporte público y despreocuparse por el aparcamiento.
Hay numerosas líneas de autobús que puedes coger: C1, C2, C5, 1, 3, 5, 6, 30, 34, 37, 40,41. También puedes usar el tranvía si vienes de San Bernardo o de Plaza Nueva (línea T1). El metro de Sevilla también está a tu disposición (línea L1), deberás bajarte en la parada Prado de San Sebastián. La estación de trenes en San Bernardo también está cerca, a unos 10 minutos andando.
Si prefieres aprovechar y hacer deporte, te recomendamos que uses las bicicletas disponibles en la ciudad. Las identificarás por las estaciones Sevici. Para llegar al Parque puedes utilizar las estaciones nº 144, 137, 59, 120, 119.
¿Sabías que el trazado del parque es asimétrico? Esto era intencionado. El trazado irregular es debido a que el arquitecto se inspiró en el amor romántico y salvaje.
La extensión del Parque de María Luisa repleta de naturaleza está catalogada como Bien de Interés Cultural. Además, gracias al Parque, Sevilla se considera una de las ciudades más verdes del país, ya que cuenta con 22 metros cuadrados de zona verde por habitante.
Otra de las curiosidades de este Parque es el zoológico con el que contaba a finales de los años 50. Se podían ver leones, monos, flamencos y otros muchos animales a medida que ibas paseando por la zona del Pabellón de Alfonso XII. No obstante, a finales de los 60 los animales se trasladaron a Jerez y otros zoológicos de la zona.
El Parque de María Luisa es un recinto dedicado tanto a los sevillanos como a los personajes ilustres de esta ciudad que han contribuido a la riqueza de su cultura.
