El famoso puente de hierro, conocido por todo cordobés que es fanático del senderismo y las vistas naturales, lugar idóneo para realizar una sesión de fotos, hacer una parada para picar o comer algo en un ambiente diferente, tener una experiencia de vértigo o contemplar el paisaje de La Palomera desde las alturas. En este artículo te daremos toda la información referente al puente de hierro de Córdoba. Entra ahora e infórmate en OWAY Tours.
Historia
Este viaducto es el proyecto más importante de la línea ferroviaria Córdoba-Almuchon. Fue construido por la Compañía de Ferrocarriles Córdoba-Bermez y finalizado el 5 de septiembre de 1873. También es un punto de referencia actual para caminantes y ciclistas, especialmente un espacio importante en el libro de recuerdos de la mina de cobre Palomera.
La explotación de la bonanza de Espiel y Belmez estaba en la mira de la empresa que gestiona la línea ferroviaria Córdoba-Málaga, con interés comercial en el transporte de mineral. El poder público nunca ha buscado la industrialización de la cuenca. Desde la antigüedad el interés de la gente ha sido la minería, siendo esto en el año 1845.
En 1854, para que el Conde Santa Olalla obtuviera la concesión largamente esperada, en caso de incorporarse a la línea Córdoba Sevilla, a la misma hora, debido a diversas infracciones, fue cancelada.
Se obtuvo una nueva concesión siete años más tarde, en 1861. Este fue el punto en que inició la creación de la empresa por Francisco Romá.
En noviembre se puso en servicio el sector Belméz-Alhondiguilla, tres años después en julio 1873 Alhondiguilla -Obejo y en septiembre Obejo-Córdoba.
Los habitantes de Córdoba siempre la han conocido como Puente de Hierro o Pedroches.
En 1980, se utilizó una locomotora y un vagón tolva lleno de piedras para realizar una prueba estática. El cierre parcial de la línea de producción se produjo en 1992, cuando la red se transformó con la entrada de la alta velocidad. El paso por ella siempre estuvo limitado a 10 kilómetros por hora.
Cómo llegar al puente de Hierro
Este puente tan singular se encuentra situado en La Palomera, conocido por los cordobeses amantes de la naturaleza, el senderismo o los deportes de riesgo. De todas maneras, a consecuencia de la cercanía existente que hay con la capital y toda la cantidad de gente que desde hace bastantes décadas ha frecuentado el lugar para hacer peroles (comidas) u otras actividades en la naturaleza, algunas de estas cuevas son muy conocidas. Incluso hoy en día, algunas de estas cuevas se encuentran habitadas.
Todo este paraje está poblado de verde y cuevas de pequeño desarrollo, aun así, también tiene escaso interés espeleológico.
Las entradas principales a la Palomera se encuentran en: El Barrio del Naranjo, El Barrio (Urbanización de Mirabuenos), y por la urbanización de Santo Domingo (que es donde desemboca).
Para llegar al puente, es necesario seguir un entretenido camino. La primera parada obligatoria es la Fuente de la Palomera, no tiene ninguna señalización para llegar a ella, pero está rodeada de vegetación y no es muy difícil de encontrar, tomando un leve sendero que hay al lado del arroyo de la Palomera, se encuentra esta y el río.
Se puede observar una fuente con alcubilla de planta rectangular, con paredes de mampostería y cubierta de ladrillo.
De vuelta al camino, hay dos edificaciones muy conocidas en las que todo el mundo hace una parada para observarlas; La primera es la antigua casa del guarda de agujas, hoy en ruinas, y la otra posiblemente sea una pequeña estación, que también puede encontrarse aún habitada.
Para volver al punto de salida se pueden retomar los mismos pasos que se han dado hasta llegar al mismo lugar de origen, o probar nuevos caminos. No es fácil perderse por esta zona, ya que suele estar muy concurrida o directamente tiene varias salidas claras.
Curiosidades
En este “puente”, aún se pueden encontrar tablones y restos de la vía del tren que pasaba por allí, e incluso se pueden ver unas trampillas para bajar a una zona debajo del puente, eso sí, si se tiene vértigo o cualquier tipo de miedo a las alturas es recomendable no probar esta experiencia. Debajo del puente se encuentran varios soportes donde mucha gente también practica varios deportes extremos, como Parkour, para lo cual hay que ser bastante hábil.
Es uno de los puentes más fotogénicos de toda la ciudad, ganando incluso a la belleza del puente romano, cuando se coloca el atardecer, casi todo cordobés tiene una fotografía en el Puente de Hierro, ya que es uno de los espacios más singulares y únicos de toda la ciudad. Un buen momento para hacerse una fotografía es en el atardecer.
Por desgracia, al ser un puente tan alto, también os imaginareis la terrible curiosidad qué vamos a mencionar, y es que no son pocas las vidas que se han llevado este puente. Aún así, se puede ver como hay varios ramos de flores u otros obsequios que van colocando en el puente los familiares y amigos de las víctimas para recordarles y hacerles homenajes.
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