Ronda es una de las ciudades más antiguas de España y tiene muchísima historia que contar. Esta ciudad ha pasado por muchos periodos diferentes, haciendo que sea rica en cultura; todo esto se debe a que Ronda se encuentra en una zona privilegiada que ha permitido fácilmente el acceso de todas las influencias culturales que por ella han pasado.
Ha pasado por los ojos de muchas personas y ha tenido muchos nombres antes de llegar a la tan conocida Ronda actual. Es cierto que no tendríamos esta ciudad tan única hoy en día si no hubiera pasado por tantas épocas diferentes a lo largo de su historia.
En este artículo te contamos todo sobre la historia de Ronda; así lo sabrás todo sobre la ciudad antes de visitarla.
Ronda en la Prehistoria
Debido a los descubrimientos arqueológicos que se hicieron años atrás, podemos decir con certeza que los orígenes de Ronda remontan al Neolítico. No obstante, antes ya habitaban personas en la ciudad; se encontraron restos en el Valle del Genal y del Guadiaro y en la Cueva de la Pileta. Esta última es uno de los mejores exponentes del arte rupestre del Paleolítico andaluz, donde se pueden ver pinturas en las paredes, restos humanos y utensilios.
Ronda como ciudad se originó con la presencia de los Celtas, llamándola Arunda. Más tarde, con la llegada de los fenicios, encontraron otra aldea cercana, la cual ocuparon y le pusieron el nombre de Acinipo, entre Málaga y Cádiz. No obstante, los periodos de apogeo de ambas ciudades se dieron un poco más tarde: Acinipo en época romana y Ronda en época medieval.
Ocupación romana de la Península
Los romanos lucharon en la península y consiguieron expulsar a los cartaginenses. Empezaron a hacer cambios sociales, políticos y económicos en la toda la Serranía. Convirtieron Ronda en una de las ciudades más importantes del imperio en nuestro territorio bético. De esta época quedan muchos restos en la ciudad y sus alrededores. Sin embargo, el yacimiento arqueológico de Acinipo es el más importante, ya que se ha conservado muy bien.
La tradición llama a la ciudad de Acinipo como “Ronda La Vieja” y, después de varias ocupaciones de griegos bizantinos y visigodos, esta desapareció. Finalmente, después del periodo convulsivo de la caída del Imperio Romano, desapareció Acinipo, haciendo que toda la atención se volcara en Ronda. A partir de este momento, aunque fuera una ciudad pequeña en ese entonces, se convirtió en la protagonista de la Serranía y de todos los acontecimientos históricos.
Periodo islámico
Es en esta época cuando Ronda se consolida como ciudad, llegando a ser una de las capitales de las provincias o Kuras que formaban Al-Ándalus. Todo esto empezó a partir del año 712 cuando el general Musa Ben Nusayr decidió conquistar ciudades como Medina Sidonia, Sevilla y nuestra protagonista, Ronda.
Construyeron una nueva ciudad sobre las ruinas existentes en ese momento y la llamaron Izna-Rand-Onda, capital de Tacoronna o Takurunna. Por otro lado, la Serranía de Ronda estaba habitada en esta época por una gran variedad de personas y culturas: griegos, romanos, visigodos, hebreos y tribus africanas. A pesar de que esto creara muchas disputas, dejó un legado de influencias que podemos disfrutarlo aún en la actualidad.
Durante el periodo del reino nazarí de Granada, la ciudad de Ronda tuvo su papel más significativo en la historia, ya que su proximidad a los territorios conquistados hizo que erigiera y se convirtiera en una zona fronteriza de especial importancia. Se convierte entonces en una zona imposible de conquistar y muy deseada tanto por los cristianos como por los árabes. Además, Ronda se encontraba en un lugar estratégico entre el reino de Granada y el paso a Marruecos.
Tras la llegada de los Reyes Católicos
En 1485, los Reyes Católicos conquistaron la ciudad y cambiaron muchos aspectos económicos y culturales, los cuales aún podemos observar si visitamos la ciudad actualmente. No obstante, esta toma de la ciudad trajo muchas consecuencias. Uno de los factores más decisivos para la conquista fue el uso de artillería que fue colocada en ciertos lugares de la ciudad y los destruyó: la torre ochavada del castillo, la puerta de Almocábar, entre otros. Después de que los Reyes Católicos tomaran la ciudad, los rondeños sufrieron durante una semana sin agua ni comida.
Al llegar el Rey Fernando V de Aragón el 24 de mayo, empezó la remodelación de la ciudad, construyendo la Iglesia de la Encarnación en la antigua mezquita y la Iglesia del Espíritu Santo donde antes estaba la torre ochava.
El periodo a partir de 1520 fue uno muy complicado en España debido a las revueltas comuneras. Sin embargo, la ciudad de Ronda se mantuvo aparte y permaneció fiel al mandato del Rey. Por esto mismo, el procurador de Ronda de ese entonces, Luis Méndez Sotomayor, dijo una frase que se utilizaría en el escudo que regalaron los Reyes Católicos a la ciudad: “oh, Ronda, fiel y fuerte”.
En 1547, Ronda añadió a su escudo el lema Plus Ultra, consolidado hasta día de hoy. Este lema lo adoptaron del escudo imperial de España de ese entonces, que incluyó el lema Non terrae plus ultra (“No existe tierra más allá”) y las dos columnas de Hércules. Este lema cambiaría más tarde, ya que perdió su valor simbólico cuando Cristóbal Colón cruzó el Atlántico y descubrió las Indias Occidentales.
A partir del siglo XVIII
Este siglo marcó un antes y un después en la ciudad. Se fueron estableciendo poco a poco las pautas definitivas del papel de Ronda en Andalucía. La ciudad empezó a desarrollarse preocupándose por el futuro. Se enriquecieron los diferentes sectores y aumentó el número de habitantes. Además, se construyeron los edificios más importantes de la ciudad que aún podemos visitar a día de hoy y son las mayores atracciones turísticas de la ciudad: el Puente Nuevo, la Plaza de Toros o la Puerta de Felipe V.
En 1909, con la llega de Alfonso XIII, se inaugura el Teatro Espinel. Además, se construye un nuevo cementerio, el hotel Reina Victoria, el Royal, Polo, Gibraltar y el del Comercio. Además, se fundó la primera entidad ahorrativa de Andalucía en Ronda, la Caja de Ahorros de Ronda.
Finalmente, y no menos importante, la crisis de los años 50 después de la Guerra Civil, trajeron una decadencia en la población y la economía en toda la Serranía, ya que los serranos y, por supuesto, los rondeños tuvieron que migrar a otras tierras buscando una vida mejor.
No obstante, a pesar de todo lo que pasó por y en la ciudad, ha conseguido llegar a ser un lugar único y una de las ciudades más turística de Andalucía. Además, gracias al aumento del comercio y turismo, la población ha vuelto a aumentar, ofreciendo oportunidad laboral a la gran mayoría de sus habitantes.
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