El Monasterio de San Jerónimo es una joya renacentista de la ciudad de Granada. Se encuentra a tan solo 250 metros de la Basílica San Juan de Dios y 800 metros de la Catedral de Granada, por lo que si estás caminando por el centro de la ciudad no te lo puedes perder. Sin duda este monumento te dejará asombrado con su historia y las numerosas curiosidades que nos ofrece, que por ello es considerado Bien de Interés Cultural.
El Monasterio de San Jerónimo está construido sobre una antigua mezquita del siglo XIV, y se convirtió en el primer monasterio cristiano de la ciudad de Granada. Se mandó a construir en 1504 con la tipología gótica del periodo, como ensalzamiento de las grandezas militares y heroicas del Gran Capitán, Gonzalo Fernández de Córdoba. 16 años más tarde, en 1520, se da un punto de inflexión en el que Doña María de Manrique (la esposa del Gran Capitán) asume el patrocinio de la construcción imponiendo el cambio de la Capilla Mayor por un lugar de enterramiento tanto para su esposo (fallecido en 1515) como para ella misma. A pesar de seguir en construcción, los monjes entraron a vivir en 1521. Los nuevos arquitectos en 1526 (Jacobo Florentino y Diego de Siloé) deciden sustituir la arquitectura gótica por una nueva estética renacentista.
Diego de Siloé es el mismo arquitecto de La Catedral de Granada. Por ello os invitamos a disfrutar de nuestro magnífico tour por uno de los monumentos más famosos de la ciudad.
Durante más de tres siglos este monasterio se consideró como uno de los más prósperos de la ciudad, y gracias a ello pudo ampliarse. Se incorporaron patios, corrales, cuadras, bodegas, y una hospedería.
Pero a partir del siglo XIX dió un cambio completo. Primero, durante la Guerra de la Independencia, las tropas napoleónicas utilizaron este monumento como un cuartel de artillería. Después en 1835, con la Desamorización de Mendizabal (fenómeno de expropiaciones de bienes y tierras de la iglesia durante el reinado de Isabel II), se expulsaron a los monjes de la Orden de San Jerónimo y se vuelve a convertir el monumento en un cuartel.
Finalmente en 1967 el Monasterio de San Jerónimo es devuelto a la orden.
Este monumento tiene diferentes horarios en invierno y en verano.
Durante el invierno se puede visitar todos los días de la semana, de lunes a domingo, un horario partido en mañana y tarde.
El horario de verano se establece a la vez que cambian la hora. Estas visitas siguen siendo diarias pero con un ligero cambio en las horas de apertura y de cierre:
Otra forma de visitar una parte del monumento es a través de la hora de misa:
Tened en cuenta que en el horario pone la hora a la que se cierra el monumento, con lo cual os aconsejamos ir una hora antes y disfrutar así del monumento.
Hay dos tarifas para la visita del monumento:
En la tienda Cruz Elvira, situada enfrente de la Iglesia del Sagrario, podemos comprar la entrada junto con otros monumentos y de esta manera nos saldrá un poco más económico. Además, este monumento viene incluido dentro de la Granada Card.
El Monasterio de San Jerónimo se sitúa en la calle Rector López Argüeta, 9. Para llegar hasta el monumento podemos optar por el autobús urbano. Las líneas de autobús que nos dejan próximos al Monasterio son: C6, U2, U3, 33, N9, o N5. Otra manera es ir en metropolitano hasta la parada Mendez Nuñez, a 11 minutos andando del monumento.
En cambio, si estamos visitando la ciudad con nuestro propio coche o con un coche de alquiler hemos de tener localizados los parkings que podemos encontrar:
Este monumento fue ocupado por la orden de los jerónimos, asentados previamente en la localidad de Santa Fe. Un dato curioso sobre este monumento es que se construyó con piedras obtenidas de otra edificación cercana, hablamos de la piedra árabe utilizada para la construcción de la Puerta del Elvira.
Años más tarde este monumento se fue ampliando con patios, corrales, cuadras, bodegas, y una hospedería. Pero a principios del siglo XIX las tropas napoleónicas entran en el monasterio y profanan la tumba del Gran Capitán a la vez que demuelen la torre del campanario. De las piedras obtenidas del derrumbe de la torre construyen el Puente Verde sobre el río Genil.
A pesar de todos los derrumbes, profanaciones y expropiaciones, podemos encontrar dos claustros en los que en su lateral se encuentran las celdas de los monjes y numerosas capillas construidas por familias adineradas de la ciudad.
El claustro principal se encuentra rodeado por dos pisos de galerías laterales llenas de arcos, con un jardín central replantado de naranjos (tal y como estaba en el siglo XVI). En los arcos centrales de cada lateral se pueden encontrar los escudos de los Reyes Católicos y Fray Hernando de Talavera. En cambio, en el piso superior se puede ver siete portadas de capillas decoradas con la ornamentación propia del Renacimiento.