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¨El Palacio de los Marqueses de la Algaba, marco incomparable para este viaje al pasado¨. Así describe la web de Turismo de Sevilla la sede del Centro del Mudéjar.
Datado del siglo XV, esta construcción albergó la vida de una familia sevillana, los Guzmanes de La Algaba. A pesar de su esplendor y debido al descuido, su desaparición se encontraba cada vez más cercana, hasta que en el siglo XXI se rehabilitó.
Fue testigo de un cambio en la línea de pensamiento de la época.
La Algaba, era un señorío que descansaba en la zona rural junto a la calle principal que conectaba la vida de la ciudad con la del campo, la calle de la Feria. La zona se convirtió en un lugar de comercio agroalimentario.
Fue en el siglo XV, cuando Don Juan de Guzmán y Torres cambió Medina Sidonia por distintos señoríos, entre ellos, el mencionado. Priorizando así el elemento mercantil al militar. Seguidamente mandó a construir como residencia principal el palacio, actual sede del centro. La cual, acometió funciones de almacenaje para los productos de La Algaba. El edificio se levantó sobre un palacio medieval del que hoy sólo se conserva una torre dedicada en su tiempo a la defensa.
El palacio presenció también la rebelión de la población sevillana debido al encarecimiento de los víveres y al hambre sufrido. Frente a este edificio, muchos ciudadanos perdieron la vida ante el contraataque de la nobleza.
Después de años de prestigio y modificaciones que aumentan el valor de la construcción, el palacio se vende en 1822 y cae en el más profundo olvido.
El palacio vislumbra de nuevo esperanza en 1989, cuando se pone en marcha su venta, gestión y rehabilitación, devolviéndole la vida en el 2003, convirtiéndolo en el Centro del Mudéjar.
El horario del museo es de lunes a viernes de 10:00 de la mañana a 14:00 y de 17:00 a 20:00. Los sábados, el museo se encontrará abierto de 10:00 a 14:00. Por su parte, tanto los domingos como los días festivos el museo permanecerá cerrado al público.
El precio de la entrada es gratuito.
Sumérgete aún más en la historia de Sevilla visitando la Catedral, la Giralda, la Plaza España, el Palacio de San Telmo o el Real Alcázar, entre otros hitos destacados de la ciudad.
El museo se encuentra dividido según colecciones organizadas en diferentes exposiciones en el interior del palacio:
Además, el palacio cuenta con dos salas de reuniones, una de ellas, la de Don Rodrigo, puede albergar hasta 120 personas y la otra, la Leonor, tiene una capacidad de 30 asistentes.
El palacio se encuentra localizado en la Plaza Calderón de la Barca, a la espalda del Mercado de Abastos perteneciente a la calle Ferias número 1, con código postal 41003.
Las paradas más cercanas al palacio son Feria, Parlamento de Andalucía, Resolana, calle Don Fadrique, Muñoz León, Plaza Nueva y Sevilla – Santa Justa. El tiempo andando para llegar al destino y siguiendo el orden de los puntos mencionados, abarca desde los 3 minutos a 131 metros hasta los 26 minutos a 1914 metros de recorrido.
En sus cercanías podemos encontrar diferentes vías de transporte público cuyas rutas transcurren por las paradas anteriormente mencionadas de la zona. En autobús se encuentran las líneas 02, 03, 06, C2, C4, M-111 y M-115. Por otro lado, las vías más cercanas de tren corresponden al C1 y al C3. Y, por último, el metro más próximo al Centro del Mudéjar es el L1.
Se trata de un museo inaugurado en 2013, que alberga en su interior arte de origen español perteneciente a la Reconquista, influenciado por la comunidad ¨mudéjar¨. Este término hace referencia a la población de origen musulmana que se mantuvo en terreno cristiano a lo largo de la península durante el reinado islámico de la misma.
El estilo artístico a seguir entre los siglos XII y XVI, muestra un entresijo de elementos combinados en el palacio que da lugar a distintas obras de arte en las que las dos culturas, la cristiana y la musulmana, transmiten su presencia en el tiempo.
Durante su visita, además de poder admirar la mezcla de arquitectura de estilo gótico y mudéjar, los turistas podrán observar en torno a 111 objetos, entre los que se encuentran desde sellos hasta menajes domésticos, que completan la experiencia inmersiva en la cultura morisca y cristiana.
Su uso se vio modificado en el tiempo, funcionando como residencia, teatro, cine de invierno y de verano…hasta que en siglo XIX sufre un robo que deja prácticamente vacío su interior, sirviendo únicamente en 1961 como albergue para aquellos afectados por el desborde del Tamarguillo.
